Nos trasladamos a la ciudad de Higüey, un lugar alejado de las playas de Bávaro para conocer la leyenda del Pozo de la Virgen. Siempre me parece interesante conocer pequeñas historias guardan los lugares que menos esperas.

El pozo se encuentra a escasos metros de la Iglesia de San Dionisio. Un pozo de ladrillo que aparenta toda la normalidad del mundo pero tiene una historia detrás consagrándose como un punto de interés en la ciudad.

No existen datos de la construcción del pozo, ni ninguna referencia tan solo lo que el boca a boca ha ido transmitiéndose de generación en generación.
Las personas que comentan esto hoy en día, hablan del pozo surgido de la nada para sofocar el incendio que comenzó en la los tejados de paja que rodeaban la iglesia de San Dioniosio y gracias a eso el fuego pudo ser controlado.

Durante una época los habitantes de Higüey aprovecharon este agua para beber pero a día de hoy permanece clausurado.
Es cuanto menos curioso todas leyendas que se pueden formar entorno a algo de lo que no existe referencia. Debido a su ubicación también se habla de que su agua era bendita.

“Y no habiendo agua disponible y quedando el río a una considerable distancia era imposible acarrearla con tiempo de apagar el fuego, cuando de pronto apareció allí aquel pozo que antes no estaba o que nadie había visto y con cuya agua pudo sofocarse el fuego, considerándose esto un milagro de la Santísima Virgen de la Altagracia”, reza la leyenda. 

Fuente

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Podéis continuar la visita en Higüey conociendo otros puntos de interés de la ciudad de los que hemos hablado aquí.