Era bastante temprano cuando llegue a las puertas del parque, las atracciones permanecían cerradas en su mayoría pero ese aire de nostalgia que nos invade al recordar cosas que disfrutábamos cuando teníamos 4-5 años se apodero de mí al atravesar las puertas de Prater.
La primera sensación que tuve en el parque es que era muy antiguo, lo que lo hacía aún más especial. Busqué información y leí algunas fuentes que mencionaban a Prater como el parque de atracciones más antiguo del mundo, aunque otros datos daban este título a Baken situado en Dinamarca.

Hay que decir que la entrada al parque de atracciones Prater es completamente gratuita, tan solo hay que pagar por las atracciones a las que decidas subirte. Es más si adquieres la tarjeta Vienna Pass incluye el pase a algunas de ellas como a la Noria Gigante uno de los símbolos de la ciudad de Viena con más de 60 metros de altura, lleva desde la apertura del parque sobreviviendo a todo este tiempo,solo en la época de la segunda guerra mundial cuando fue dañada tuvo que ser restaurada en tiempo récord y tan solo pudieron ser colocadas 15 de las 30 cabinas que tenía en sus inicios. Las cabinas que no pudieron ser colgadas permanecen allí a modo de exposición a los pies de la noria.

El parque dispone de atracciones de todo tipo, si te gusta la velocidad y la adrenalina podrás subirte al Skyfall o Space-Shot.  Como ya he comentado, a la hora que decidí pasarme por allí estaba la mayoría cerrado pero aún así cuando fue avanzando el día no había demasiada afluencia de gente por lo que podrás disfrutar del parque sin aglomeraciones, debo de añadir que el coste de las entradas a las atracciones no era especialmente caro.
Aunque la temática zombie parece haberse puesto de moda recientemente ya se apostaba por ello hace muchos años además podremos vivir el miedo del típico «tren de la bruja» en la atracción Hotel Psycho.

Todo esto no estaría completo sino fuera por la multitud de máquinas con grúa a lo largo de sus pasillos, los puestos de algodón de azúcar, las barracas y un salón de recreativos que hizo brotar mi sangre gamer y poder disfrutar de las máquinas que hace años estaban en muchos bares de mi alrededor.
Y claro no podía ser de otra forma

El parque está situado  a unos 3kms del centro por lo que se hace necesario desplacerse hasta allí en algún transporte público.
Para llegar a este parque es muy sencillo ya que las paradas tienen el nombre del propio parque. A continuación os indico los diferentes medios para llegar:

Metro: Praterstern, líneas U1 y U2.
Tranvía: Praterstern, líneas 5 y O.
Autobús: Praterstern, línea 80A.

Podéis leer más información sobre el parque en su página web oficial.
Si quieres reservar un hotel en tu visita a Viena, te recomiendo a través de este enlace busques un hotel en el centro de Viena y puedas disfrutar de esta hermosa ciudad.
Puedes dejarme todas tus dudas a través de comentarios en este mismo blog.  Mientras decides tu viaje te recomiendo que vayas leyendo otra de mis aventuras como la Visita a la Estatua de la Libertad.